top of page

Segundo Pecado El Ermitaño: el dueño que no se deja ayudar

Javier tenía una PYME de manufactura con 60 empleados. Llevaba años sobreviviendo, con ventas decentes, pero márgenes apretados. Le habían recomendado trabajar conmigo varias veces, pero siempre decía lo mismo:

“¿Y qué me va a venir a decir alguien de fuera sobre mi negocio? Nadie conoce esto mejor que yo.”

Cuando por fin aceptó una primera reunión, no fue por convencimiento, sino por agotamiento. Estaba cansado. Frustrado. Sin ideas nuevas. Y con el equipo igual: operando, pero sin energía ni dirección.

¿Por qué hay tantos dueños ermitaños?

La cultura del empresario “hecho a sí mismo” es poderosa. Y también peligrosa.

Muchos dueños de PYME se aíslan porque:

· Desconfían de los consultores o asesores (y sí, hay muchos vendehumo).

· Sienten que pedir ayuda es admitir debilidad.

· Tienen miedo de que alguien les cuestione decisiones pasadas.

· Prefieren mantener el control absoluto… aunque eso signifique seguir estancados.

El problema no es no saber todo. El problema es no estar dispuesto a aprender o dejarse acompañar.

El costo del aislamiento

Javier llevaba 3 años con el mismo problema de flujo de efectivo. Había despedido ya a dos gerentes comerciales. Su estrategia de ventas se basaba en “lo que siempre ha funcionado”.Y cuando algo no salía bien, su respuesta era trabajar más horas o pedirle al equipo que “le echara más ganas”.

Sin darse cuenta, estaba repitiendo un ciclo que no lo llevaba a ningún lado.

Lo peor: su equipo ya no creía que algo pudiera cambiar. Solo cumplían lo necesario. Sin compromiso. Sin propuestas.

¿Qué hicimos con Javier?

Le pedí una sola cosa: que me dejara observar antes de opinar. Sin juzgar. Sin imponer.

A la tercera sesión, soltó esta frase:

“Es que yo no tenía con quién hablar del negocio. Solo hablo conmigo mismo.”

Esa fue la puerta. Empezamos a construir confianza, y poco a poco:

· Redefinimos su estrategia comercial con un enfoque en clientes clave.

· Diseñamos un tablero de indicadores para tomar decisiones con datos, no con corazonadas.

· Involucramos a su equipo en la solución de problemas, no solo en la ejecución.

A los 4 meses, Javier no solo había mejorado sus márgenes. Había recuperado algo más importante: la motivación de seguir construyendo su empresa, ahora con aliados.

¿Te estás encerrando en tu propio negocio?

Hazte estas preguntas:

· ¿Hace cuánto tiempo no recibes una opinión externa sobre tu empresa?

· ¿Tienes con quién hablar de decisiones importantes, sin miedo al juicio?

· ¿Sientes que ya no tienes energía para seguir resolviendo solo?

Si la respuesta es “mucho tiempo”, “nadie” o “sí” … quizá es hora de dejar la cabaña del ermitaño.

Qué puedes hacer hoy

1. Habla con alguien fuera de tu empresa sobre tus retos actuales. A veces, una conversación cambia todo.

2. Identifica un área en la que no eres experto (finanzas, estrategia, liderazgo) y busca apoyo específico.

3. Deja entrar otras perspectivas. El mundo se mueve rápido. No necesitas reinventar la rueda. Necesitas abrir la puerta.

Pedir ayuda no es rendirse. Es reconocer que un buen guía puede ahorrarte años de tropiezos.

¿Te gustaría tener a alguien que entienda tu negocio y te ayude a crecerlo?

No estás solo. Y no tienes que seguir cargando todo tú. Si quieres una mirada externa, estratégica y accionable sobre tu empresa, escríbeme.Te ayudo a ver lo que tú ya no ves… y a avanzar con más claridad y menos peso.

5513537871

Evoluciona Asesores  |  Todos los derechos reservados 2024

bottom of page