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Capitulo 1“Aquí todo depende del jefe”

Primera entrega de la serie “Lo que callan los empleados de la PYME”


“No podemos hacer nada sin que lo apruebe el jefe. Hasta para pedir una tinta para la impresora hay que mandarle WhatsApp. Si no contesta, nos quedamos parados.”

Esto me lo dijo Laura, coordinadora administrativa en una PYME del sector industrial.Tenía tres años en la empresa y ya no se sorprendía de los cuellos de botella.Pero lo que más le pesaba no era la ineficiencia, sino la sensación constante de no poder avanzar.

Cuando todo gira alrededor del dueño

En muchas PYMEs, el dueño es el centro del universo. Todo pasa por él o ella.Y aunque a veces eso nace de un compromiso genuino, lo que provoca es otra cosa:

· Decisiones lentas.

· Equipos pasivos.

· Ambientes tensos.

· Gente frustrada que se pregunta: “¿para qué pensar, si al final lo va a cambiar todo el jefe?”

Lo que los empleados no dicen (al menos no en voz alta) es que se sienten inútiles. Invisibles.Porque, aunque saben hacer su trabajo, no tienen permiso de hacerlo sin supervisión constante.

El costo oculto de no delegar

Cuando el líder no suelta:

· Se vuelve un cuello de botella.

· El equipo deja de proponer.

· Nadie se siente dueño de nada.

· Y la empresa se vuelve dependiente, no autónoma.

Parece que todo funciona, pero en realidad, todo está condicionado a la energía, el tiempo y el estado de ánimo de una sola persona.¿Y si esa persona se enferma, se ausenta o se cansa?Todo tiembla.

¿Cómo se siente el equipo?

· “Quiero aportar, pero siempre me frenan.”

· “Ya ni propongo, todo termina como quiere el jefe.”

· “Hay semanas en las que avanzamos a paso de tortuga porque no hay autorizaciones.”

· “Parece que confían en nosotros… pero solo cuando no hay riesgos.”

Este tipo de ambiente no solo desgasta. Expulsa talento.Y lo peor: hace que los que se quedan trabajen con miedo o con apatía.

¿Qué se puede hacer desde la dirección?

La solución no es “soltar todo y que Dios reparta suerte”.Es construir un modelo de trabajo donde el líder confíe con criterio, y el equipo actúe con claridad.

Algunas ideas prácticas:

1. Define qué puede decidir cada persona sin pedir permiso.

2. Documenta procesos simples, con criterios claros y margen de acción.

3. Haz reuniones semanales de revisión, no de control. Que sean para alinear, no para apagar fuegos.

4. Reconoce públicamente cuando alguien resolvió sin depender de ti. Eso se contagia.

Delegar no es desaparecer. Es preparar a otros para que puedan construir contigo.

Si eres dueño o directora de RH…

Pregúntate:

· ¿Cuánto margen de acción tienen hoy las personas en tu empresa?

· ¿Tus líderes operan como jefes… o como generadores de autonomía?

· ¿Tu equipo necesita tu validación para cada paso… o tiene herramientas para avanzar?

Si no te gusta la respuesta, no es un problema de gente. Es un problema de estructura. Y se puede cambiar.

¿Te gustaría construir una empresa donde el equipo se mueva con claridad, compromiso y autonomía?

Escríbeme.Te ayudo a diagnosticar tus cuellos de botella y diseñar un modelo que funcione sin saturarte… y sin frenar a los demás.


Enrique Plascencia

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